Todo queremos ser una mejor persona y muchas veces no sabemos cómo. 5 consejos de vida para empezar a convertirte en una mejor persona.
Consejos De Vida Que Te Harán Mejor Persona
- Si te has equivocado, ADMÍTELO.
- Si no entiendes, PREGUNTA.
- No tengas miedo, BUSCA AYUDA.
- De los errores, APRENDE.
- Si aprendes algo, ENSEÑA A OTROS
Si te has equivocado, admítelo. Consejos de vida
La parte difícil de admitir que uno se ha equivocado es eso, admitirlo.
Como seres humanos muchas veces estamos demasiado sumergidos en el orgullo propio, pero cuando nos hemos equivocado debemos recordar la importancia de admitir nuestra culpa.
Si nosotros reconocemos nuestros errores mucho antes que los demás esto los obligaría a volverse menos defensivos y combativos en contra nuestra.
Contrariamente si fueran ellos quienes nos obligaran a reconocer que nos hemos equivocado.
Lo mejor es descubrirnos nosotros mismos para ser menos vulnerables ante los demás.
Esa técnica no solo producirá resultados asombrosos, sino que también será mucho más divertido que tratar de justificar o defender el error cometido.
Recuerda, si te has equivocado, admítelo rápida y enfáticamente.
Si no entiendes el propósito de la vida, pregunta.
En algún momento muchos nos preguntamos qué estamos haciendo con nuestras vidas y nos ponemos a pensar si estamos viviendo correctamente.
Especialmente cuando las cosas no nos están saliendo bien o simplemente no podemos ver el propósito y el significado en la vida cotidiana.
La vida puede ser confusa y afanosa. Ir a trabajar, regresar a casa, ver la televisión, comer, dormir…
…¿y luego qué?
Nuestros horarios están repletos de muchas actividades, pero ¿esas actividades significan algo para nosotros?
¿Es así como realmente queremos vivir el resto de nuestra vida?
Empezamos a cuestionar en busca de claridad. ¿Cuál es el punto de todo esto (especialmente si nuestros sueños no se han hecho realidad)?
Cuando llegamos a ese punto en que comenzamos a pensar en la vida deberíamos cuestionarnos a nosotros mismos sobre ella. Es nuestra vida, nosotros somos esa vida que debemos cuestionar.
Debemos sentarnos a meditar en nuestras preguntas y estar preparados para responderlas con nuestras propias y singulares respuestas.
Excavar dentro de nosotros mismos en busca de las respuestas de nuestra propia verdad de vida.
Preguntémonos:
- ¿En que creemos, creemos en Dios, que piensa Dios de nosotros mismos?
- ¿Qué es lo que queremos de la vida y que estamos haciendo para obtenerlo?
- ¿Dónde estamos actualmente en la vida y cómo llegamos ahí, nos gusta estar ahí?
- ¿Qué significa nuestro trabajo, disfrutamos lo que estamos haciendo actualmente?
- ¿Qué hacemos para divertirnos, con quién nos gusta divertirnos?
- ¿Estamos trabajando hacia nuestra visión, (si aún no), por qué no?
La vida está llena de muchas más preguntas, pero nosotros mismos somos los que hacemos nuestras vidas y debemos meditar en nuestras respuestas.
Tomemos nuestras creencias (las que nos empoderan), nuestros valores, nuestras fortalezas y nuestros sueños y construyamos algo hermoso con ellos.
Si nos damos cuenta que actualmente no estamos creando una vida hermosa para nosotros mismos (y para los demás), debemos hacer un esfuerzo para cambiar eso.
No hay que tener miedo de buscar ayuda.
¿Qué nos impide buscar la ayuda que necesitamos?
Puede que algunas veces sintamos miedo de pedir ayuda, ya que no queremos parecer que somos unos débiles, necesitados o incompetentes frente a los demás.
Si somos demasiado abiertos a la hora de pedir ayuda la gente puede comenzar a vernos como sanguijuelas que siempre dependemos de otros y comenzarán a vernos como personas incapaces.
Muchas veces la palabra «ayuda» la consideran negativa y como resultado perdemos una gran cantidad de ayuda potencial por no pedirla.
Desafortunadamente, todos tenemos una tendencia natural a juzgar a otros con dureza y a menudo empezamos a pensar que la situación es mucho peor de lo que realmente es en realidad.
Pero si pudiéramos ver más allá de toda esa negatividad autoimpuesta aprenderíamos a manejar estas situaciones de una manera más positiva.
Así que evaluemos el potencial de solicitar asistencia a los demás y aprendamos los pasos exactos a seguir para lograr vencer el miedo de pedir ayuda y lograr lo que queremos.
Perder el miedo a buscar ayuda tiene muchos beneficios positivos, se obtiene mejor conocimiento, se ganan habilidades y se aprenden mejores prácticas.
Al dar un paso activo en la búsqueda de ayuda estamos tomando el control de nuestra vida no permitiendo que las circunstancias externas (como lo que la gente piensa) afecten la forma en que nos comportamos desempeñamos.
Aprender de los errores.
Nadie es inmune a cometer errores, ¡después de todo, somos humanos!
Pero si simplemente nos auto justificamos y continuamos como si nada hubiera pasado estamos en peligro de repetir los mismos errores.
Así es, cuando no aprendemos de nuestros errores nos autoinfligimos un estrés innecesario, y no solo a nosotros mismos sino a los demás también, corriendo el riesgo de perder su confianza.
Para evitar eso debemos aprender de nuestros errores y poner en práctica ese aprendizaje.
Analicemos nuestros errores honesta y objetivamente.
¿Qué estaba tratando de hacer, qué salió mal, cuándo salió mal, por qué salió mal?
Adueñémonos de nuestros errores.
No se puede aprender nada de un error hasta que admitamos que lo hemos cometido.
Por lo tanto, respiremos hondo, admitámoslo, adueñémonos del error y trabajemos en una solución inmediatamente.
Replanteemos nuestro error.
Podemos replantear nuestro error como una oportunidad para aprender, esto nos motivará a ser más conocedores y entendidos.
Poner en práctica las lecciones aprendidas, pero actuar sobre lo que hemos aprendido requerirá de disciplina y motivación para cambiar los hábitos.
Si aprendes algo, enseña a otros.
Si hemos aprendido algo, pero queremos aprenderlo realmente bien, entonces enseñémosle lo aprendido a otros.
Esto puede funcionar para nuestro propio beneficio.
Enseñar a otra persona es la mejor manera de aprender.
El aprendizaje es solo el comienzo, cuando aprendemos algo y lo enseñamos a otros el aprendizaje se profundiza.
Aparte de lo que se gana con lo aprendido al compartirlo se gana mucho más porque consolida el conocimiento o la habilidad mucho mejor.
El resultado de enseñar a otros es que nosotros mismos nos mejoramos cada vez que lo hacemos.
Tengamos siempre en mente que mientras enseñamos a otros, nosotros aprendemos mejor.
Los métodos que usemos para enseñar dependerán de varios factores como nuestras circunstancias personales, preferencias y objetivos.
©Alberto Gutiérrez
LaPaginaDeAlberto.com
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