Aún Puedes Cambiar

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Aún puedes cambiar - La Página De Alberto.
Aún puedes cambiar – La Página De Alberto.

Aunque a la edad de treinta años, una gran mayoría de personas creen que deben seguir su camino con patrones establecidos sin poder hacer cambios en su vida.

Nada más alejado de la realidad, aún puedes cambiar y nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.

Aún puedes cambiar.

Seguro que hay cosas de ti que no te gustan y aunque digas o pienses que te gustaría cambiarlas, no lo haces por miedo a no poder hacerlo.

La verdad es que aún puedes cambiar esos patrones enraizados.

No se puede simplemente chasquear los dedos y decir adiós a patrones que ya están bien establecidos, incluso cuando esos patrones resultan en malas consecuencias.

Asimismo, no se puede cambiar solo porque alguien quiere que lo hagamos.

Seguramente te gustaría cambiar, pero te gustaría que fuera fácil. Esa mentalidad saboteará tus esfuerzos incluso antes de que empieces.

Ahuyentar a los demonios

Debes ahuyentar esos demonios que te dicen que no puedes cambiar porque es demasiado difícil, que no está en tu ADN o que requiere de un esfuerzo excesivo.

Si bien es cierto que «uno es quien es» y que la estructura de tu personalidad «es la que es», no es cierto que no se pueda modificar, alterar o retocar muchos aspectos de tu comportamiento.

Pero, ¿cómo hacer esos cambios?

Es un proceso que empieza por ser consciente de la necesidad de un cambio. Esto podría parecer obvio, pero no lo es.

Si estás acostumbrado a auto justificar tus problemas, entonces no eres consciente.

Si estás viviendo una vida aturdida, culpando a la mala suerte por lo que te sucede, entonces estás en negación.

¿Cómo vas a cambiar algo si no reconoces que tu forma de pensar y tu comportamiento contribuyen a crear la situación en la que te encuentras?

Autoconciencia

La autoconciencia, sin juicio, es el primer paso.

Sin embargo, puedes ser plenamente consciente de tus malos hábitos y aun así seguir sin cambiar.

¿Qué falta?

Lo que falta es un compromiso de cambio sensato. El compromiso casual no servirá.

Por ejemplo, ponerse a dieta durante una semana no es suficiente. Si se añade el ejercicio a la mezcla durante dos semanas, todavía no es suficiente.

Compromiso

Hay que agregar el compromiso de cambio formal sin nada de excusas o tonterías.

¿Qué es un compromiso de cambio sin ton ni son?

Un compromiso de cambio si merodeos es cuando estás solo y no estás presionado por nada, ni nadie; tú, y solamente tú, te comprometes solemnemente a cambiar.

Sin excusas, sin deseos vagos ni autosabotajes te comprometes contigo mismo a realizar el cambio o los cambios que deseas para tu vida.

Sabes que no será fácil, pero ¿y qué?

Ya estás comprometido con el objetivo o los objetivos y ahora debes apegarte a ello.

Reconoces la necesidad de la autodisciplina, la perseverancia y el trabajo duro.

Sabes por qué quieres cambiar. Sabes quién quieres ser. Sabes que tus acciones tienen que adherirse a tus creencias.

Sabes que no tiene sentido afirmar que quieres cambiar, para luego no hacer nada al respecto.

Estás cansado de decepcionarte a ti mismo. Estás harto de sentirte frustrado. Le das la bienvenida al cambio. Estás listo para ir y moverte a la acción, listo dejar los «peros» de excusas.

Sin embargo, adoptar nuevos cambios no siempre resulta cómodo al principio. Es posible que sientas mucha resistencia.

Pero si piensas en el cambio como una oportunidad para crecer, y no como una carga no deseada, pueden ocurrir cosas increíbles.

Tampoco te vayas a desanimar solo porque tú no veas ningún cambio a simple vista, eso no significa que nada haya cambiado en realidad.

Incluso un cambio moderado puede cosechar beneficios significativos.

El cambio es una buena recompensa

La mejor noticia es que el cambio que se mueve en una dirección positiva no solamente ampliará tu confianza, sino que también podrá enriquecer tus relaciones, mejorar tu carrera y potenciar tu bienestar.

¡Eso es una buena recompensa!

Así qué, vive tu vida perseverando en el cambio y no tengas miedo de ponerlo todo en juego, tienes la fuerza y el tiempo para cambiar todo de nuevo.

Ya sea que tengas treinta años o más de cincuenta, espero que te comprometas a hacer el cambio o los cambios que deseas en tu vida.

No dejes que la rigidez o el miedo ahoguen tu crecimiento.

Recuerda que aún puedes cambiar y nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.

¿Has leído, Cinco Verdades De La Vida?

© Alberto Gutiérrez / La Página De Alberto

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