Mucha gente ha decidido a no ser sensibles para evitar que nadie les haga daño. Pero esta actitud tiene un alto precio. ¿Cuál es el precio de la insensibilidad?
¿Cuál es el precio de la insensibilidad?
Mucha gente ha decidido a no ser sensibles para evitar que nadie les haga daño. Pero esta actitud tiene un alto precio. Nadie puede hacerles daño, pero tampoco nadie puede hacerles felices.
La insensibilidad no es una buena forma de vida
La insensibilidad se refiere a la incapacidad para sentir emociones o entenderlas en otros.
Esto puede ser el resultado de situaciones difíciles que han hecho que las personas desarrollen un mecanismo de defensa para evitar sufrir más daños emocionales.
Inconvenientemente, esto solo les causa mucha soledad y depresión, ya que pierden la capacidad de disfrutar plenamente los momentos felices con sus amigos y familiares.
Atrapados dentro de sí mismos
Cuando alguien decide convertirse en un individuo insensible, comienza a perder el contacto con lo que le rodea y se aleja cada vez más del mundo real; está tan atrapado dentro de sí mismo, sin tener la habilidad para compartir sus experiencias con nadie.
Estas personas suelen ser frías e inflexibles cuando interactúan con los demás porque creen que así nadie podrá herirlos ni lastimarlos nunca más.
Están tan concentrados en protegerse ellos mismos, que no ven el impacto negativo que tiene sobre los demás al verlos actuar así; además, tampoco se dan cuenta del gran precio personal que pagan por este tipo de actitud defensiva: carecen completamente del calor humano necesario para mantener relaciones saludables basadas en confianza mutua y respeto recíproco.
Falta de interés por las necesidades básicas
Asimismo, la gente insensible pierde cualquier interés por satisfacer las necesidades básicas comunes entre las personas, tales como buscar amistades o incluso encontrar pareja; simplemente no queda espacio dentro de ellos para abrirse a otros sentimientos más allá del dolor y tristeza profundamente arraigados dentro de sí mismos.
Por lo tanto, muchas veces terminan experimentando problemas mentales debido a este distanciamiento respecto a todo aquello relacionado con el contacto físico o emocional con otros individuos, en lugar de conectarse consigo mismos y aprender acerca de sus propios sentimientos a fin de comprender mejor qué les provoca esta indiferencia.
Una luz de esperanza al final del camino
A pesar de todos estos desafíos, hay una luz al final del túnel para aquellas personas que han elegido vivir insensiblemente durante mucho tiempo: La esperanza.
Aunque el camino hacia el restablecimiento emocional y la recuperación de su sensibilidad no será fácil ni rápido, se puede lograr si se le dedica el tiempo necesario para abrirse a nuevas experiencias y aprender cómo volver a sentir las cosas.
Esto implicaría enfrentarse cara a cara con los temores más profundos e intentar reprogramarse gradualmente para permitir que fluyan nuevamente emociones positivas como el amor, la compasión y la gratitud por la vida.
Espero que hayas disfrutado de esta lectura y me alegra que hayas tenido la oportunidad de haber leído este post. También podría gustarte leer este otro post: 14 Métodos Para Aumentar La Confianza En Uno Mismo.
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