Fuiste mi más bello error, amé lo que viví contigo y quedé satisfecho. Lo disfruté, no me arrepiento y ni siquiera te extrañaré puesto que estoy complacido.
Disfruté de este bello error
Sé que fue un error, quererte fue un error, pero fuiste el error más placentero que cometí y no me arrepiento.
Disfruté de ese error como un loco apasionado, cuando sentí tu piel con la mía. Disfruté de tu sexo sin pudor.
Te disfruté sin culpas ni remordimientos y a pesar que ha pasado un tiempo aún lo recuerdo con muchas ganas.
No me arrepiento porque con las caricias que nos dimos mis manos disfrutaron el contorno de tu cuerpo y la suavidad de tu piel.
Haberte conocido valió la pena.
Valieron la pena las ardientes caricias mientras besaba tus dulces labios.
Valió la pena porque tus besos me hicieron percibir tantas cosas bellas de la vida,
Tus labios me hicieron temblar mientras me elevaban hacia el cielo con cada beso que me dabas.
Hiciste sentir en mi interior un extraordinario deseo de vivir. Me cambiaste completamente, aunque ahora ya no estés a mi lado.
Llegaste a ser mi más bello error.
El más bello error que volvería a cometer, error que nunca borraría de mi vida porque contigo realice mis más perversas fantasías.
Como olvidar esas caricias en las tardes lluviosas. Como olvidar tantas cosas bellas, la magia de no sentir la noción del tiempo.
Y aunque esa ilusión no fue eterna, y que todo se desvaneció en un instante, considero que fue lo más bello para mí.
Le quitaste sentido a mi vida.
Me causaste heridas internas que quizás nunca sanaran completamente, pero las cicatrices superficiales ciertamente ya se desvanecieron.
Si bien ya estoy recuperado, en su momento, le quitaste el sentido a mi vida porque ya no tenía tu cuerpo.
No podía evitar un desgano total al sexo, sin tu cuerpo el mío estaba muerto. Sin tu amor se me hacía difícil vivir.
Las sabanas de mi cama sabían de las ansias y el placer que nos tuvimos, pero ahora solo les quedaban los recuerdos de lo que fue nuestra pasión desbordada.
Los recuerdos del disfrute del ayer porque hoy tu ya no estás conmigo.
Fuiste mi alegría, mi mayor felicidad.
Tú eras mi despertar y mi dormir. Eras quien le daba luz a mi ser, felicidad y alegría.
Y aunque mi vida ya no tenía sentido, ya lo superé. La sombra de tu imagen que me recordaba que estaba sumido en la soledad ya no está más.
Estoy en paz, ya te superé.
Fuiste mi alegría, pero ya no enciendes mis sentidos. Escucharte era mi felicidad, pero ahora tus palabras ya no provocan miel.
Tu piel ya no me enloquece, ya no siento mi cuerpo ardiendo por el tuyo. Ya sé lo que es vivir sin ti y eso me da un placer que alienta la razón de mi existir.
Las heridas que causaste sanaron. Las cicatrices se desvanecieron. Solo mantendré los bellos recuerdos que nunca desaparecerán de mi mente.
Te disfruté, no me arrepiento y no te extrañaré porque quedé satisfecho.
Sin tu amor pensé que no podría vivir, pero ahora sé que solamente fuiste mi más bello error.
©Alberto Gutiérrez
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