Soy Un Malo Muy Bueno

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Me han dicho que soy un malo muy bueno, y lo dicen porque acepto a los demás tal como son, más allá de sus errores o el daño que pudieran ocasionarme.

Soy Un Malo Muy Bueno porque soy el pecado que te condenará o la inocencia que restaurará tu amor.
Soy un malo muy bueno porque soy el pecado que condenará o la inocencia que restaurará.

Un Malo Muy Bueno

Dicen que soy un incrédulo de los milagros cumplidos, pero la realidad es que soy un fiel creyente cuando me está llevando la fregada.

Siempre soy amable con todos y no espero nada a cambio. Trato de ser noble de corazón aunque no siempre reciba lo que doy.

Dicen que soy un malo muy bueno.

Malo porque soy el que da un reconfortante abrazo mientras aguanta la daga que le clavan por la espalda.

Bueno porque aunque me hagan daño no me vengo y con eso demuestro la grandeza de mi espíritu, de mis sentimientos, mi inteligencia y madurez.

Cumplidos que dan gratificación y muy buenos para la autoestima.

Un malo muy bueno para calmar miedos.

Puedo ser el más cruel y horrible encantador romántico que puede calmar sus miedos.

Pero también puedo ser el pecado que los condenará, o el perdón que restaurará su amor.

Disfruto ser el bueno al que puedan amar instantáneamente o al malo que puedan odiar eternamente.

Para el amor, un malo muy bueno en su máxima expresión.

Soy un valiente que cobardemente reirá mientras llora por dentro.

Y siempre con un buen control de mis emociones, porque aun cuando me hagan daño miro las cosas de una manera positiva.

Soy un manojo de equivocaciones, sensateces, felicidades y tristezas.

Una mentira piadosa o una dolorosa verdad.

Soy el malo del cuento o el bueno de la historia.

El ogro del cuento o el héroe del final feliz. El dragón que echa fuego o el príncipe que rescatará a la princesa de sus garras.

Puedo ser un cactus con miel por dentro, una oveja negra o una blanca paloma.

¡Puedo ser lo que se me antoje!

Si los demás son crueles conmigo, perdonaré y seguiré mi camino.

No viviré de apariencias y no me importará lo que piense la gente de mí, es mi vida. No gastaré mi tiempo en estupideces.

Seré perfectamente imperfecto y humildemente vanidoso.

Porque al final siempre dirán que… soy un malo muy bueno.

©Alberto Gutiérrez
LaPaginaDeAlberto.com

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